La búsqueda de la máxima eficiencia en cuanto a fuentes de alimentación se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los usuarios que quieren tener un equipo funcionando a un rendimiento de alta calidad. Especialmente en nuestro país la situación no es positiva en su totalidad. Y da lugar a que se produzcan sorpresas inesperadas y negativas en lo referente a la eficiencia que plasman en acción algunas de las fuentes de alimentación disponibles en nuestras fronteras. Todo ello tiene una explicación.
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Fuente de alimentación – Problemas en la eficiencia
El mercado de las fuentes de alimentación es complejo y traicionero en cierto sentido. Pero existen ciertos puntos a destacar que se deben tener en cuenta para poder adquirir los mejores modelos. Las fuentes de 500 vatios, de base, se pueden encontrar en distintos modelos de la misma aparente potencia por una diferencia de precio elevada.
Esto, que no sería lógico si se hablara de dispositivos tecnológicos de otros muchos mercados, encuentra un significado claro en cuanto a las fuentes de alimentación. Se pueden encontrar modelos por un coste de entre 9 y 10 euros. Pero al mismo tiempo también fuentes de la misma potencia con precios que llegan hasta los 80 euros. Las diferencias entre ambos tipos, el barato y el caro, se encuentra en la calidad.
Es difícil encontrar fuentes de alimentación eficientes a bajo coste. Salvo que se trate de una promoción o rebaja garantizada por el fabricante en cuestión. En nuestro país hay una gran cantidad de fuentes de alimentación que se comercializan sin cumplir las condiciones y normativas obligatorias. Lo que lleva a compras poco recomendables para los usuarios. Son casos en los que hay fabricantes que adquieren en China fuentes de 250 vatios y las etiquetan como si fueran de 500.
Dicho de otro modo, son fuentes de alimentación piratas y falsas en su totalidad. Esta práctica es ilegal, pero encuentra su mercado debido al escaso control que existe en las aduanas. Y es un problema más común de lo que pueda parecer, con entre un 40 y un 50% de las fuentes disponibles siendo versiones pirata. Para entenderlo, se puede asegurar que es prácticamente imposible conseguir una fuente de 500 vatios por un precio de entre 8 y 9 euros tal y como hemos mencionado.
La importancia de la calidad de las fuentes de alimentación
Comprar una fuente de 250 vatios pensando que se trata de una de 500 tiene muchos aspectos negativos que se deben considerar. No sólo está la obvia falta de potencia, sino también el rendimiento y la calidad de los materiales. En otros casos, la llegada a los 500 vatios por una fuente de alimentación se produce en un pico determinado manteniendo el rendimiento, pero rápidamente se empieza a resentir y calentar, perdiendo potencia de por medio, si una de estas fuentes de baja calidad se intenta sostener en su máxima potencia.
Si ocurre este recalentamiento y pérdida de potencia se debe a la poca calidad utilizada en la fabricación. Que una fuente alcance los 500 vatios una vez y después pierda fuelle tampoco debe ser considerado como un modelo de calidad, y mucho menos se puede vender a un precio cercano al de los buenos modelos.
Tasas de eficiencia
La eficiencia es la tasa que una fuente es capaz de aportar al equipo durante su utilización. Si tenemos una fuente de alimentación con capacidad contrastada de 500 vatios y tiene una eficiencia de 80%, simboliza que en realidad no es capaz de proporcionarle el 100% de los vatios al equipo.
Pero no nos llevemos a engaño, no hay ninguna fuente que alcance el 100% de eficiencia, dado que una pequeña porción siempre se pierde en el proceso. Al mismo tiempo también hay que saber que la fuente de alimentación y su eficiencia están directamente conectadas con el consumo de energía.
Cuanto más eficiente es una fuente, más se ajusta esta a la necesidad del equipo, no realizando un consumo por la mera razón de consumir. Esto también recompensa al usuario a largo plazo en las facturas del consumo de luz, dado que es más sólido para el consumo una fuente de alimentación de eficiencia elevada que ahorre gastos al usuario. La inversión en una buena fuente de alimentación, aunque de precio más elevado, se puede compensar en sólo unos meses al ahorrar dinero de la tarifa de electricidad.
Las tasas de eficiencia no están representadas con un dato lineal proporcionado por la fuente, y es algo que, al mismo tiempo, se suele distorsionar en fuentes de alimentación chinas, donde si se indica que ofrece un 80% lo más probable es que se limite a un 20%. El 80 Plus es un programa de certificación voluntaria que se ha extendido con mucha fuerza en el mercado.
Las fuentes certificadas con 80 Plus indican que disponen de una calidad contrastada y que han sido probadas para que los usuarios puedan confiar en ellas. Existen distintos niveles de 80 Plus que representan la efectividad a la que llega cada uno de los dispositivos.
Cuanto más nivel tiene una fuente de alimentación, más altos son los índices de las características de las que hace gala. Además, es tendencia que estas fuentes sean más caras, pero al mismo tiempo tienen mejores componentes que garantizan ahorro en la factura de la luz.
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