Tiburones atacan la red

No, no es el título de la nueva película de Steven Spielberg.

Parece una noticia broma, pero es real. El ataque de un tiburón casi deja sin conexión a miles de personas. A veces es difícil imaginarse que algo tan general e intangible como es internet, puede ser tan vulnerable a los efectos de la naturaleza, pero es así. Lo cierto es que la red está compuesta de tubos, cables y aparatos que consumen una gran cantidad de electricidad: la infraestructura de internet.

Muchas veces no nos damos cuenta de la magnitud de la instalación de Internet por el mundo, con la cantidad de metros de cables que supone. Cuando realmente pensamos en ello suele ser cuando falla, aislándonos del mundo virtual al que nos encontramos tan acostumbrados. Basta con los dientes de una ardilla empeñada en roer un cable, para dejar sin conexión a una ciudad como Brooklyn, donde el pequeño roedor hizo caer la red durante horas.

Otro punto conflictivo para el mantenimiento de la red es Georgia. Basta recordar que en 2011, una mujer de 75 años desconectó accidentalmente a más de 3 millones de usuarios al dañar uno de los principales cables que conecta a este país con Internet, para lo cual solamente fue necesario utilizar una pala. La mujer se encontraba cavando en cerca de su huerto y dio con el cable. Por suerte, en aquella ocasión el problema fue arreglado las pocas horas.

Tiburones atacan la red

Los tiburones han estado atacando el cableado submarino de fibra óptica desde que se instaló por primera vez. En 1985, se encontraron dientes de tiburón atrapados en un cable y, en 1987, las mordidas de los escualos provocaron el fallo de cuatro nuevos segmentos de cableado.Nosotros no somos muy conscientes de que este tipo de amenazas son reales, pero por suerte para nosotros, Google lo sabe y toma medidas para que la red no caiga. Sin embargo, en este caso un grupo de tiburones hizo de las suyas con los cables submarinos de Internet, mordisqueándolos como si fueran una chuchería.

Los científicos desconocen por qué los tiburones se sienten atraídos por los cables, no obstante, existen algunas hipótesis. Es posible que mediante los órganos sensoriales denominados ampollas de Lorenzini, ubicados cerca de su nariz, perciban los ligeros campos magnéticos generados por la alta tensión que atraviesa los cables. Esta habilidad de la electrorrecepción les ayuda a cazar, por lo que probablemente confundan a los cables con su comida.

En el vídeo podéis ver como un enorme tiburón ronda el cable y al final lo muerde. 

Google por su parte, afirmó que pretendía desarrollar un nuevo recubrimiento para los cables submarinos que tiende la empresa. Debido a que están recibiendo mordidas de tiburones. En la actualidad la protección de los cables está basada en un recubrimiento de polietileno. Sin embargo, la empresa estaría pensando en incorporar el kevlar, un material cuyas fibras son 5 veces más fuertes que el acero, una característica que lo ha vuelto popular en la fabricación de chalecos antibalas.

Para 2016 se pretende impulsar desde Google y 5 empresas más colaboradoras, un ambicioso proyecto. En el cual se extendería un cable submarino transatlántico con una tecnología puntera. Con capacidad de ofrecer tasas de transferencia de hasta 60 Tbps. Esperemos que esta vez los tiburones no quieran jugar con él.