¿Qué es un disco SSD?
Los discos duros SSD (Solid State Drives) o unidades de estado sólido son la nueva generación de dispositivos de almacenamiento de datos. Están integrados por componentes electrónicos en estado sólido (memoria no volátil), pensados para utilizarse en equipos informáticos en lugar de una unidad de disco duro convencional, como memoria auxiliar o para crear unidades híbridas compuestas por SSD y disco duro.
¿Qué ventajas ofrecen este tipo de dispositivos frente a los HDD convencionales?
– Los SSD son dispositivos más silenciosos, ya que no disponen de discos magnéticos giratorios.
– Son muchos más rápidos que los HDD convencionales. El tiempo de acceso y latencia es menor.
– Baja temperatura de funcionamiento y menos consumo de energía.
– Inmune a las vibraciones externas y golpes. Ideales para dispositivos portátiles.
– Menor peso y tamaño que un disco duro convencional de similar capacidad.
¿Qué datos tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un SSD?
Lo más importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un SSD es que sea fiable, esto significa que sea rápido, que no tenga pérdida de datos, que no pierda velocidad con el uso y que esté fabricado con buenos componentes.
Uno de los principales problemas de los SSD, es la pérdida de velocidad con el paso del tiempo, sobre todo cuando contiene datos, es decir, cuando está sucio. La mayoría de los fabricantes cuando publican las velocidades de lectura/escritura lo hacen con el SSD limpio (vacío), con el uso esta velocidad baja. La velocidad se mide en Mb/s (MegaBit por segundo) y cuanto más elevada sea mejor. En algunos modelos pueden darse bajadas hasta del 30%.
Otro de los problemas de los SSD es la seguridad de los datos que metemos en ellos. Tenemos que saber que estamos metiendo información en memoria flash y que si esta cae en una celda de memoria defectuosa , no podremos recuperarla nunca . Por ello es recomendable que la memoria flash SSD utilice herramientas de diagnóstico de las celdas con el fin de asegurar que esta se encuentra en perfectas condiciones, como por ejemplo, control de errores ECC.
Se podría decir que un SSD está compuesto por tres componentes importantes: memoria flash, controlador y firmware. En realidad es el último de estos componentes en el que nos tenemos que centrar, el firmware, y al que casi nunca le prestamos atención ya que no suele venir en las especificaciones de la caja. Una buena fiabilidad se consigue con unos buenos componentes y con un buen firmware que saque lo mejor de ese hardware.
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Redactor: José A. Hernández