El paso del tiempo no perdona para el sector de la informática, donde hay productos y dispositivos que encuentran una elevada utilidad en un momento determinado, pero que pueden pasar a segundo plano con el progreso de los años. Lo que comenzó siendo una revolución en su tiempo, como el uso de ratones, poco a poco ha caído en saco roto y se están dejando cada vez más de lado. Lo mismo está ocurriendo con las impresoras, que se han convertido en el foco de atención de millones de personas que tienen costumbre de realizar impresiones de forma habitual para el trabajo o su día a día. Pero por lo que parece, los días en los que las impresoras reinaban, está cerca de llegar a su final.
En el mercado hay numerosos tipos de impresoras, puedes ver la disponibles en nuestro catálogo desde este link.
Las empresas mandan
El mundo de las empresas, nexo donde se tiende a buscar las principales soluciones de ahorro, está demostrando que es importante quitarse de encima cuantas más impresoras sea posible para ahorrar. Las estadísticas reveladas por compañías como Lexmark dejan claro que el mercado de las impresoras se está reduciendo y que poco a poco se impone buscar alternativas al uso del papel. Estamos lejos de haber llegado a la experiencia de uso libre de papel que se prometía años atrás, pero es cierto que sí se está reduciendo de forma progresiva, aunque pausada. Algunos departamentos gubernamentales, como el Departamento de Veteranos de los Estados Unidos, han llevado a cabo reducciones en cuanto a impresoras disponibles, consiguiendo un importante ahorro en su presupuesto.
Qué se puede hacer
La pregunta que se formulan muchos usuarios, a la vista del ahorro estadístico que supone el dejar de usar las impresoras. Es qué pueden hacer para ahorrar este dinero y apoyar a que cada vez el uso de papel sea menor. Una idea pasa por, si tenemos una impresora en casa y otra en la oficina, eliminar una de las dos y hacer uso de la solución ePrint de HP. Para poder usar la que nos quedemos de forma cómoda. Es decir, con esta solución enviamos un correo electrónico a la impresora del trabajo y esta lo imprime aunque nos encontremos en casa.
La recomendación clara es almacenar los documentos en formato PDF. Un conversor como doPDF puede ser muy útil, y la mayoría de dispositivos móviles son compatibles con este formato de archivos, por lo que podemos llevar los documentos a cualquier lugar. En este sentido también se recomienda Evernote, que sincroniza los docs de casa y la oficina con el dispositivo móvil que estemos utilizando. Si hablamos del envío de fax, un servicio como el de FaxZero permite enviar un documento como fax a cualquier línea tradicional de este dispositivo. La versión gratuita añade un membrete a cada mensaje enviado, pero por un coste reducido se puede eliminar.
Este tipo de opciones permiten que dejemos de depender tanto de las impresoras, aunque existen muchos otros sistemas e ideas que se pueden llevar a cabo. En el caso de requerir la firma de una carta o contrato, el usuario puede tener su firma escaneada y simplemente cortarla y pegarla sobre el fondo blanco del documento, ahorrándose no sólo el papel y la tinta, sino el tiempo del proceso de escaneado posterior.
Las tendencias de mercado sobre impresoras
Lo que ocurre con las impresoras es similar a lo que está ocurriendo en general en el mercado, que apuesta cada vez por el soporte digital y menos por las tradiciones instauradas por los primeros sistemas informáticos. Si el software cada vez se edita menos en formato físico, optándose por su distribución digital. Al igual que está ocurriendo con la música o el vídeo, los documentos también están pasando a ocupar puestos de relevancia en formatos digitales.
Dicen los expertos y analistas, que el mercado no se encuentra tan lejos del día en el que sea una costumbre disponer de una memoria stick personalizada u otro sistema de almacenamiento de conexión rápida en el que llevaremos guardados todos nuestros datos personales, desde la identificación personal. Hasta el pasaporte o cualquier otro archivo que necesite compartir. Esto significaría el final definitivo del sector de las impresoras, en el que las cifras de ventas cada vez son más reducidas. Aunque pese a los negocios que se dedican a la venta de cartuchos de tinta, un negocio en alza que se espera entre en decadencia antes o después.