Los dispositivos informáticos nacen y se fabrican teniendo en mente que su obsolescencia está totalmente prevista, y la cual cada vez es más reducida. Para la industria es positivo que los usuarios renueven sus equipos informáticos de forma frecuente, que los mejoren y que utilicen nuevos componentes y accesorios, quedando atrás los que usaron en el pasado. Esto ayuda a mantener el hilo de la progresión del mercado, pero al mismo tiempo es un problema si pensamos en el medio ambiente, que se ve fuertemente afectado por lo que se considera «basura electrónica». Debido a ello es importante que se tengan en mente distintas ideas que permitan llevar a cabo un reciclaje positivo de los equipos que ya no se piensen seguir utilizando. ¿Sabes cómo reciclar un ordenador?
Reciclaje activo
El reciclaje activo de los equipos informáticos es lo que podemos considerar cuando, en realidad de depositar el ordenador en un lugar y olvidarnos de ello. Intentamos obtener algún tipo de compensación por el esfuerzo. Dicho de otro modo, implica llevar a cabo, por ejemplo, la venta del equipo. No hay que olvidar que los baremos utilizados para medir la utilidad de un ordenador son muy ambiguos, por lo que si bien a un hardcore gamer puede no servirle su antiguo PC, a una persona que sólo lo use en el día a día sí podría sacarle provecho. Para esto existen formas de deshacerse del equipo por medio de la compra y venta de segunda mano.
Más recomendable, por la sencillez que implica y por las vías que tiene de usabilidad para los equipos donados, es la donación de los ordenadores. Para ello existen un buen número de asociaciones que se encargan de recibir los ordenadores para utilizarlos en el tercer mundo o en lugares donde se necesite equipamiento informático útil. Una buena opción en este sentido es Ingeniería Sin Fronteras, que tiende a usar los ordenadores en distintos proyectos. También es recomendable la Fundación Bip-Bip, una ONG que distribuye los ordenadores a colectivos de tipo vulnerable. Por ejemplo, han llevado a cabo la apertura de miles de salas informáticas en las que se usan estos ordenadores reutilizados.
Reciclaje pasivo
Si buscamos otra manera de reciclar, la pasiva, aquella caracterizada por dejar el ordenador en un determinado lugar y olvidarnos totalmente de él, también se debe tener en cuenta. Para ello existen diversos métodos. Los puntos limpios están disponibles en cientos de ciudades. Y funcionan bajo el amparo de la ley española escrita para lo referente a los residuos electrónicos. El objetivo es proporcionar a los usuarios, no así a las empresas, la oportunidad de reciclar sus equipos de una forma muy sencilla y ecológica.
También hay algunas empresas que se especializan en el reciclaje y con las que se puede contar para la destrucción de los equipos informáticos. Y no menos importante, desde hace unos años existe una ley bajo la cual el vendedor, al hacer la compra de un equipo nuevo, tiene la responsabilidad de llevar a cabo la recogida del equipo viejo para su posterior reciclaje. A diferencia de otros países, en España no se pueden devolver dispositivos a fábrica para su reciclaje.
Apoyar al medio ambiente
Es importante que se intente dar apoyo al medio ambiente todo lo posible en estos tiempos en los que el periodo de obsolescencia es tan reducido en los equipos informáticos. Cada vez se lanzan ordenadores que quedan desfasados más rápidamente, por lo que conviene tener conocimientos para que podamos reciclar todo lo que necesitemos. Ya los estemos donando, regalando o reciclando por medio de entidades terceras. Los ordenadores no deben acabar simplemente en la basura, dado que implicaría un fuerte golpe contra la estabilidad del medio ambiente.
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