Obama se encuentra en su último año como presidente de los Estados Unidos, y, como es normal en época de campaña electoral, es el momento de los políticos de hacer propuestas nuevas e interesantes para poder ser aprobadas dentro de los nuevos presupuestos.
Desde la ley de acceso a la energía solar o el nuevo impuesto del petróleo son varias las propuestas que se están presentando estos días. Sin embargo, la última por parte de Obama es la presentación de un nuevo plan de ciberseguridad.
Al Cybersecurity Action Plan (CNAP) le han sido destinados 19000 millones de dólares un 35% más que en los presupuestos anteriores. Este nuevo plan aterriza tras la filtración de 22 mil datos personales de agentes del FBI y 9 mil del Departamento de Seguridad de Estados Unidos afectando no sólo al partido de los Demócratas sino a toda la nación en su conjunto.
En 2015 estos ataques cibernéticos superaron casi en un 20% en pérdidas a los producidos en 2014.
Las medias que contempla el nuevo plan incluyen: nuevas oficinas de seguridad cibernética; la creación por parte de la Casa Blanca de el Congreso Federal de Privacidad que estará relacionado con el robo de identidades y la garantía de la privacidad de los ciudadanos; fomentar la educación y el papel de hackers y profesionales de la ciberseguridad (Cybercorps); la implantación de un nuevo equipo y una nueva infraestructural virtual del gobierno para evitar los ciberataques; y por último, campañas de concienciación social.
Sin embargo, habrá que esperar a los resultados de las siguientes elecciones para ver si estos presupuestos son aprobados y como son abordados finalmente.
